El vecino de la localidad, Manuel Linares, sigue soportando el ruido permanente de un local que perturba su descanso
El año 2021 ha sido un año especial al estar en mitad de una pandemia. Para muchos habrá sido positivo y para otros no tanto. Es el caso de Manuel Linares, vecino de la localidad que, junto a su familia, ha pasado un año difícil. Todo se debe a la falta de descanso por un ruido y una vibración que permanece durante las 24 horas. Su vivienda tiene justo debajo el almacén de un supermercado con cámaras frigoríficas y tuberías refrigerantes.
La insonorización en este almacén no existe y el ruido de estas máquinas y tuberías hacen vibrar la casa de Manuel generando un ruido que supera los límites legales. Según el supermercado, tal y como ya mencionamos durante el año en Diario de Alcobendas, se hizo una reforma para cesar con el ruido y pasó el límite. Sin embargo, las mediciones de la Policía Local en casa de Manuel y de propios peritos, dicen lo contrario.
El caso es que esta historia todavía no tiene solución. Tras casi dos años y todo un 2021 sin descanso, el asunto se encuentra en un proceso judicial. Teóricamente es en febrero de 2022 cuando habrá un juicio que marque el camino de este tema. Según Manuel Linares, el local no ha puesto de su parte para solucionar algo que le quita un derecho fundamental como es el de un descanso digno.
Manuel lleva todo el año manifestándose cada mes. Muchas son las concentraciones y recogidas de firmas que ha realizado para intentar solventar este problema de una manera o de otra. El vecino de la localidad se siente abandonado por su Ayuntamiento. Tan solo Podemos Alcobendas y Eduardo Andradas, concretamente, se ha volcado con este vecino y ha intentado aligerar trámites para que Manuel y su familia puedan tener descanso.
Dormir con medicamentos o relajantes es algo, desgraciadamente, habitual para Manuel. Tal y como ha comprobado varias veces Diario de Alcobendas, el ruido es molesto e impide un decsanso normal. Dormir es imposible. La ansiedad también ha estado presente durante este 2021 y esta Navidad. Algunas noches, Manuel ha tenido que acudir a urgencias por un ataque de este tipo debido a la ansiedad que el ruido le genera.
La conclusión es que Manuel Linares se siente abandonado por el Ayuntamiento y por su falta de mediación. No hay ningún cambio y cada día la historia se repite. Ni siquiera los tapones funcionan. Este 2021 no ha habido un descanso digno en la vivienda de Manuel, pero espera que en 2022 y con el juicio acercándose todo se pueda solucionar.
