Aitor Retolaza, alcalde de Alcobendas, ha analizado el fallo judicial del TSJM a petición de Ecologistas en Acción
El alcalde de Alcobendas, Aitor Retolaza, ha valorado ante los medios de comunicación el fallo judicial sobre Valgrande que ha emitido el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, tras llevarlo a la Justicia Ecologistas en Acción. Hay que recordar que se ha anulado el Plan Parcial, pero no se ha estimado su petición de reversión de clasificación a suelo no urbanizable.
"La sentencia no paraliza nada. Nos han dicho en la Junta de Compensación que es algo positivo. De ocho puntos valoran siete de manera correcta. Vamos a poder seguir avanzando con el proyecto. Ha salido el punto que es menos relevante. Esto nos da herramientas jurídicas para seguir avanzando", ha apuntado Retolaza.
Además, sobre ir de nuevo a los tribunales, explica. "Hemos hablado con el departamento jurídico para analizar si podemos recurrir la sentencia para intentar ganar el recurso. Podemos perder un mes o dos, pero queremos que Valgrande salga adelante. El proyecto es viable y necesario, según el TSJM", afirma.
Por último, preguntado sobre la opinión de los colectivos ecologistas sobre Valgrande asevera: "Pueden estar tranquilos porque Alcobendas va a ser una de las ciudades con más zona verdes".
El motivo de la nulidad es que en la zona de mayor pendiente, colindante al monte Valdelatas, atraviesan dos líneas eléctricas de alta tensión. En principio el proyecto planteaba su soterramiento pero posteriormente, Red Eléctrica Española, comunicó la imposibilidad técnica de la actuación. Por ello, para minimizar el impacto sobre las nuevas viviendas previstas se propuso la elevación de una montaña artificial de entre 13,5 y 16,59 metros de altura (equivalente a un edificio de 5 plantas) y 1,3 kilómetros de longitud, sobre la que se plantarían árboles de hasta 6 metros de altura. Así, la cota de coronación impediría la visualización del tendido eléctrico desde las nuevas viviendas.
La montaña se construiría con un volumen de tierras de 505.000 metros cúbicos (volumen que rellenaría 150 piscinas olímpicas), procedentes de nivelar el terreno que cuenta con un desnivel, desde el punto más bajo al más alto de hasta 68 metros. Es decir, las tierras sobrantes de eliminar los cerros y tapar las vaguadas se usarían para construir esa montaña, lo que también resolvería el problema del depósito de los excedentes de tierra.
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