Artículo de opinión del vicealcalde de Alcobendas
A pesar de que los partidos políticos nos enfrentamos dialécticamente por no estar de acuerdo en políticas concretas, porque pensamos que unos lo podemos hacer mejor que otros, etc., nunca hemos puesto en duda los grandes acuerdos que, desde el municipalismo, hacen funcionar nuestra sociedad. Estos grandes acuerdos o consensos son los que hacen que nuestros hijos e hijas disfruten de una educación, las personas mayores de una pensión, todos y todas de un sistema sanitario, y de paz y libertad en general, entre otros asuntos.
Pero desde hace unos pocos años están surgiendo voces que tratan de romper estos consensos y derechos básicos. Una de estas voces pertenece a la ultraderecha que niega la violencia machista. Así ha quedado demostrado en el último pleno municipal, donde debatimos una moción presentada por Vox que pretendía señalar a las trabajadoras que imparten cursos contra la violencia de género en institutos de la ciudad.
El trabajo de estas profesionales es que la juventud aprenda desde el principio que la violencia contra la mujer es un atentado contra los derechos humanos. Existe un consenso social sobre esto, pero Vox encontró un cómplice en el PP que votó a favor de su moción. Finalmente el resto de grupo políticos logramos frenar este despropósito, pero el PP tendrá que dar explicaciones a los vecinos y vecinas sobre por qué apoya a la ultraderecha en sus ataques a la lucha contra la violencia machista. Una lucha que es de toda la sociedad.
Una lucha en la que el Gobierno de PSOE y Ciudadanos estamos volcados, invirtiendo en políticas transversales de igualdad, reactivando el Pacto Social contra la violencia de género e impulsando proyectos tan necesarios e innovadores como el `Safer Cities´, que busca eliminar el acoso callejero que sufren las chicas.
Rafael Sánchez Acera
Vicealcalde de Alcobendas
