Diario de Alcobendas

“Una fábula espeluznante del director Eskil Vogt sobre niños con poderes”

Crítica de cine: 'The Innocents'

Un film con momentos dramáticos que tocan la fibra y que, incluso, viaja al terror más espeluznante en su tramo final. Mención especial la actuación de los pequeños protagonistas de la cinta que transmiten la carga psicológica que el director ha querido imprimir al film y que conmueve, impresiona e incluso aterroriza al espectador.

Con el luminoso verano nórdico de fondo, un grupo de niños revela sus oscuros y misteriosos poderes cuando los adultos no miran. Un thriller sobrenatural original e intrigante, en esos años de la infancia donde todo está por descubrir y todo es una aventura.

El film comienza despacio,con la imagen del asiento trasero de un automóvil, la cámara enfoca la cara pecosa de un niña dormida, Ida (Rakel Lenora Fløttum), y luego se desliza hacia su hermana Anna (Alva Ramstad), su hermana mayor, autista y con la que se ha mudado junto a sus padres (Ellen Dorrit Pedersen y Morten Svartveit) a un nuevo complejo de apartamentos en las afueras de Oslo . Para Ida, Anna no es más que una molestia, la pellizca y le pone cristales en los zapatos para hacerle daño.

Eskil Vogt, en una escena casi inocente nos muestra los poderes sobrenaturales de Ben (Sam Ashraf). Cuando la tapa de una botella, arrojada desde del puño de Ida, viaja en un rápido recorrido, y zigzaguea para aterrizar a unos metros de distancia. Es un muestra inofensiva de telequinesis, un juego inofensivo por parte de Ben un niño solitario y marginado que sufre acoso, del que Ida se hace amigo, como hacen los niños. Pero todo tomará otro rumbo, cuando Ben de forma despiadada maltrata salvajemente al gato que ha desaparecido de la casa de la dulce y pequeña Aisha (Mina Asheim).

The Innocents combina con éxito tres elementos: un buen guión,excelentes interpretaciones de los jóvenes actores; y una puesta en escena que coloca al espectador en la visión circular del pequeño mundo de un niño, con las connotaciones propias de la infancia, un mudo pequeño para los niños y oculto para los adultos, marcado por la inocente crueldad de un niño. Los tres se unen gradualmente y se expanden con éxito en esta película.