Artículo de opinión de Laura Ramos, asistente al encuentro
La tarde del 15 de marzo de 2023 en el Espacio Miguel Delibes de Alcobendas tuvo lugar un encuentro interesante y especial. Haciendo coincidir una programación de encuentros referentes a las artes audiovisuales con un acto que pudiera relacionarse con el Día Internacional de la Mujer, Beatriz Iznaola fue invitada para relatarnos su visión de cómo los medios de comunicación reflejan a las mujeres y cómo está de representada y reconocida la mujer como profesional en los medios de comunicación, muy en especial en el mundo del cine y del documental, terrenos en los cuales ella, además de contar con formación, cuenta con más experiencia de primera mano.
Beatriz Iznaola nos relató cómo ha sido la evolución de la participación de la mujer en el sector audiovisual y, especialmente, en el cine y apoyó con datos su percepción de cómo la discriminación positiva a la hora de dar oportunidades a mujeres en el sector audiovisual, no solo es justa y necesaria, sino que además facilita que varias profesionales de gran valía puedan aportar y enriquecer este sector con su arte y su trabajo. Como ella bien argumenta, ese dar más oportunidades no es premiar la mediocridad por ser mujeres, sino equilibrar la balanza en un sector que tradicionalmente en España y en el mundo estaba tremendamente masculinizado, sin apenas figuras femeninas en dirección y producción artística, que ya partía de un sesgo discriminatorio mucho más fuerte que el que pueda tener ahora. En su conjunto la participación de la mujer en el sector en nuestro país ha progresado mucho, sin embargo la producción ejecutiva sigue teniendo una preponderancia masculina muy fuerte, sin apenas mujeres.
Es imprescindible añadir que, al incorporar historias escritas y dirigidas por mujeres estas se dirigen, muchas veces, al público en general y no solo a mujeres y de ello también todos podemos aprender. Asimismo, en los últimos años, varios hombres creadores audiovisuales han incorporado temáticas más amplias y se han preocupado por tratar personajes más complejos, interesantes y potentes interpretados por mujeres.
Iznaola analizó la imagen de las mujeres que en muchas ocasiones transmiten una prensa y un sector audiovisual con sesgos machistas, que, en ocasiones, tiene mucho de vergonzante y poco de inocente. En otras ocasiones, estos sesgos o representaciones que no ayudan a la igualdad de género son más inconscientes o incluso presentados por mujeres comprometidas en su vida cotidiana con los derechos de la mujer, algo que ilustró con el ejemplo de que a veces mujeres profesionales del sector audiovisual se han lamentado de haber hecho explícitas en sus películas imágenes y escenas de las que sienten que podían haber prescindido porque no aportaban tanto a la trama y quién sabe si podían jugar en contra de la causa en por la cual querían trabajar y concienciar.
En una breve entrevista que Beatriz Iznaola me concedió se adentró algo más en un sector en el que actualmente está muy volcada: el del cine documental, un sector que está particularmente masculinizado dentro del sector audiovisual. Destaca como documentales que le gustan especialmente Stutz, The Dawn Wall, Noche y Niebla y Agente Topo (Este último de Maite Alberdi). Entre las directoras de documentales que más admira están Mariah Moore, que realiza documentales sobre deporte, Tània Balló, que realizó el documental El caso Wanninkhof-Carabantes, Amanda Mc Bain, con la obra destacable Boys State, Sara Dosa, que ha dirigido el año pasado Fire of Love, que cosechó buenas críticas y Amparo Climent, que en guión y dirección trabajó en Las cartas perdidas de la cárcel y el exilio de las mujeres republicanas, que ha recibido muy buenas críticas.
Iznaola tuvo la oportunidad de trabajar unas pocas semanas con la que considera la persona más brillante que ha conocido en su carrera profesional: La periodista Lydia Cacho. Aprendió mucho de ella y le parece una persona muy valiente y con una fortaleza que pocas personas pueden llegar a desarrollar. Lydia Cacho fue detenida y torturada por destapar una red de trata infantil en la que participaron políticos y empresarios mexicanos y hoy día sigue amenazada de muerte y ha recibido atentados en su contra.
La joven guionista Iznaola, de solo 30 años, ya ha destacado con varios trabajos, pero comenta que lo normal es que las guionistas y directoras sean mayores que ella, porque el recorrido profesional en el sector audiovisual suele ser largo y tedioso. Ella tuvo la oportunidad de entrar en el mundo del guión gracias a la guionista Alicia Luna, guionista y directora del máster que cursó y así ella fue su mentora. Coescribió con ella y la guionista Inés Silva el guión de la película El Refugio. También trabajó con una productora mejicana en la serie Mujeres asesinas como escaletista, una serie que huye de estereotipos en este terreno… y actualmente está trabajando como guionista en un documental para Netflix que aún no tiene fecha de estreno.
La guionista opina que, en general, el periodismo español deja bastante que desear, de forma generalizada y que eso es una pena. Ojalá, añadiría yo, la clase de ética periodística fuese más exigente en las facultades y se tradujese mucho más en la práctica.
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