Diario de Alcobendas entrevista a Agustín Calvo, director del IES Severo Ochoa, centro que se suma al "Pacto Huella Cero"
Nueve centros educativos de Alcobendas firmaron el “Pacto Huella Cero” la semana pasada para intentar reducir la huella de carbono y los efectos del cambio climático. Diario de Alcobendas entrevista al director del IES Severo Ochoa, Agustín Calvo, uno de los centros que se suma el pacto.
¿Por qué el Instituto Severo Ochoa y el resto se han sumado a ese "Pacto Huella Cero"?
Nosotros recibimos una convocatoria a través de la concejalía de educación para participar, si lo creíamos oportuno, en la firma de este pacto que se hace a través del ayuntamiento con empresas y con centros de enseñanza públicos, concertados y privados. El objetivo es ir hacia la huella cero de carbono y mejorar un poco los hábitos y las costumbres de los alumnos, contribuyendo, por ejemplo, a través del reciclaje, a través del cuidado de la naturaleza, etcétera, para ir rebajando la huella de carbono.
¿Con esa firma se plantean una serie de objetivos o de planteamientos para realizar?
Hay una serie de actividades que cada uno de los centros diseña. Nosotros, por ejemplo, tenemos un plan de sostenibilidad que tiene diversas actuaciones, y otros centros, pues tienen otro tipo de actuaciones también, dependiendo de las edades de los chicos, desde los colegios de Infantil y primaria hasta los institutos como el nuestro. Entonces, cada uno de los centros tiene una serie de actividades que intentan contribuir a mejorar el medio ambiente de la ciudad de Alcobendas.
¿Cuál es la actividad del Instituto Severo Ochoa?
Nosotros tenemos un plan de sostenibilidad en el que participamos a través de la Comunidad de Madrid, que tiene una dotación económica importante y que incluye varias actuaciones, por ejemplo, la instalación de paneles solares en una zona del edificio, la instalación de un cargador de vehículos eléctricos, el establecimiento de contenedores para la separación y reciclaje de residuos, ese tipo de actuaciones. Además, de otro tipo de actividades que hemos realizado en cursos anteriores, como la plantación de árboles, la colaboración en el día del árbol, etcétera.
¿Esto también puede ayudar a que los alumnos, incluso los propios profesores del centro, a que puedan concienciarse aún más de cara a mejorar el medio ambiente?
Evidentemente, la idea fundamental es que esa conciencia empiece por los alumnos, porque ellos son el mejor vehículo. Digamos que esa formación se hace a la inversa de la tradicional: primero se forman los niños y ellos son los que ayudan a sus padres a mejorar su actitud frente al medio ambiente.
Estamos en un proceso tan digitalizado y de tanta tecnología que a veces nos olvidamos un poco del medio ambiente y de que hay que cuidarlo, porque al final vida solo hay una.
Efectivamente, vivimos un poco ajenos. Esto tiene que ver un poco con la educación y el comportamiento tradicional de las sociedades, y la española no es de las más cuidadosas en cuanto a su entorno. Además, la tecnología hace que nos olvidemos del continente, de lo que se ha llamado siempre la madre tierra, que es la que nos alberga y que no tiene alternativa. Es decir, si nos cargamos la madre tierra, no habrá una tierra B para la supervivencia de la especie. Entonces, es fundamental el cuidado del medio ambiente y el ir recuperando, hasta donde sea posible, un estado anterior del medio ambiente, porque ahora mismo en esta espiral de contaminación, el cambio climático, que ahora es ya bastante evidente, puede ser una amenaza real.
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