Artículo de opinión de Laura Ramos. "He hecho y hago vida en Alcobendas"
De vez en cuando, en la vida municipal y en las iniciativas de las corporaciones locales, aparece algún proyecto brillante, bonito, de esos que ilusionan por necesarios y positivos en todos los sentidos. No se trata tanto de que consista en algo único en España ni mucho menos en el mundo, como este tampoco lo es, pero sí de que exista el empuje y las ganas de llevarlo a cabo, por arduo y lento que pueda ser el proceso, porque existe el convencimiento de que merece la pena hacerlo realidad: Tal es el caso del “Camino al Cole”.
En este municipio, todo empezó con la celebración del Laboratorio de Movilidad en torno a los Centros Escolares en febrero de 2020, el cual fue un primer impulso para ir tomando, progresivamente, medidas que buscaban facilitar un camino seguro y agradable para la infancia para llegar a algunos colegios. Esto significó el pistoletazo de salida de una interesante experiencia piloto: el ya mencionado “Camino al cole”.
¿En qué consiste este proyecto? Se trata de favorecer la movilidad sostenible, en primer lugar, a modo de un primer ensayo, en cuatro colegios escogidos de Alcobendas: Seis de Diciembre, Emilio Casado, Miraflores y Antonio Machado.
Se ha dado la oportunidad de tomar parte en los distintos Laboratorios de Participación Ciudadana del “Camino al Cole” a todos los agentes implicados que pudieran verse afectados por esta decisión: madres y padres, AMPAS, diversas asociaciones, profesorado, equipos directivos de los centros, los vecinos y vecinas y cualquier persona interesada. También se ha dado voz al alumnado, como se ha dado a la de sus madres y padres, con algunas encuestas adaptadas a su edad.
En estos laboratorios, en estas encuestas, se han estudiado los peligros que existen para la infancia en su camino al cole y las diversas dificultades que se encuentran los niños, niñas, pequeños de distintas edades, en el trayecto y a la entrada de sus centros escolares, así como se han recopilado sus diversas propuesta e ilusiones de más pequeños y más grandes. Se ha buscado la colaboración de redes de apoyo, del personal de hostelería, de voluntarios, personas adultas que ayuden a cruzar los pasos de peatones… para hacer sentir a los niños más seguros en su camino más repetido en la semana. Se ha buscado fomentar el uso de la bicicleta, se quiere facilitar este uso con carriles bici y aparca bicis. Se quiere regular el tráfico para que la movilidad sea más cívica y ecológica, más respetuosa con las personas y el medio ambiente, entre otros muchos detalles que se quieren cuidar y mejorar.
Muy poco a poco, este proyecto, esta experiencia, ha ido tomando forma y comienzan a vislumbrarse como hechas realidad algunas de las iniciativas en torno a él. Para las personas que, de una u otra forma, hemos conocido algo del proyecto o hemos tomado alguna parte en él, por pequeña que sea, el rumbo que ha ido tomando nos ha hecho conscientes de que estas ideas deben madurarse, repensarse, abrirse al debate, al análisis, contrastarse y equilibrar la creatividad con los posibles límites a la misma. Sorprende lo despacio que se avanza en proyectos de este tipo, pero sorprende también que cada paso logrado lo hace aún más ilusionante. Es otra lección de la vida que las cosas hay que lucharlas, especialmente cuando merecen la pena y ofrecen un horizonte al que realmente nos gustaría llegar.
Laura Ramos
He hecho y hago vida en Alcobendas
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