Hablamos con Layna Fernández, fotógrafa de la zona, con motivo del Día Mundial de la Fotografía
La pasada semana tuvo lugar el Día Mundial de la Fotografía. La vida esta rodeada de imágenes que capta un aparato que ha dado mucho desde si invento: la cámara. A día de hoy su acceso es más sencillo por los teléfonos móviles, por ejemplo. Sin embargo, no cualquiera es fotógrafo. Los conocimientos, el arte, la magia y el trabajo forman parte de la fotografía profesional. Con motivo de este día mencionado anteriormente, entrevistamos a Layna Fernández , fotógrafa de la localidad que ama y disfruta al máximo de la fotografía.
Pregunta: ¿Qué es para ti la fotografía?
Respuesta: Comenzó siendo un salvavidas, ya que me ayudó a salir de los momentos más duros y se ha convertido en mi forma de vida. Hoy por hoy son los cimientos de mi día a día, de una forma u otra, prácticamente todo lo que hago gira a su alrededor, me conecta con la gente y con el entorno. Puede incluso que para mí esta profesión solo sea una excusa para no ser tan distante y vivir más experiencias vitales.
P: ¿Por qué te has introducido en este mundo?
R: Empecé de casualidad, casi por obligación. Estaba en un trabajo en el que no me pagaban y tuve que buscarme la vida, pero enseguida descubrí que era auténtica pasión, a veces obsesión, lo que despertaba en mí. Espero tener la suerte de poder dedicarme a esto toda la vida.
P: ¿Qué tipo de fotografía haces?
R: La fotografía que realmente me apasiona y que me mueve es la que cuenta historias, la documental. Un trabajo documental para mi puede ser cualquier historia, en tu calle o en la otra punta del mundo, sobre la vida de un campesino que vive tranquilo o sobre la situación más dura de la vida, cualquier trabajo que documente con imágenes una historia, que de tu visión de una manera más bella o más cruda, siempre que refleje la realidad me va a apasionar. Con el tiempo he ido aprendiendo mucho sobre mi misma y me he dado cuenta de que lo que más me gusta es acercarme a la gente, a las historias que hay detrás de lo que fotografío.
P: ¿Crees que la sociedad pone en valor realmente la fotografía?
R: No me gusta generalizar, pero si doy una respuesta global tristemente tengo que contestar que no. Creo que hay un problema de base y es educacional, en España a los artistas en general siempre se los hace de menos frente a otras profesiones, parece que los trabajos intangibles, por llamarlos de alguna manera, cuesta menos hacerlos y no es así. La gente te dice "si a ti no te cuesta nada hacer una foto". Las fotos, los cuadros, las canciones, no se hacen solas ni en un solo clic de cámara, yo he pasado años formándome, invirtiendo en esa formación, en equipo fotográfico, en tiempo, en viajes para hacer esa fotografía para conseguir esa foto, pero como es nuestra pasión, parece que no nos cuesta nada. A nadie se le ocurre ir a la carnicería y decir que la ternera está cara, que se la pongan más barata, a mí sí me pasa.
P: ¿Alguna vez te han robado fotos o publicado alguna imagen que te pertenece sin consentimiento?
R: No tengo claro que contestar, ya que ningún medio de comunicación ha usado fotos mías sin mi consentimiento (que yo sepa), pero perfiles de todo tipo con millones y millones de seguidores, sí. He hecho fotos a algunos futbolistas para algún medio y a ellos les mandan las fotos, las publican en sus cuentas y ahí, pierdes el control total. Todo esto sin ni siquiera poner quien había hecho las fotos pero bueno, de todo se aprende.
P: ¿Cuál es tu próximo proyecto?
R: Ahora mismo estoy con la promoción del libro que publicamos hace unos meses Rafael Torres y yo, Oxímoron, La isla que flota sumergida, que cuenta nuestra visión sobre la vida diaria del pueblo cubano (antes de la pandemia). Después de todo lo que ha cambiado el mundo la COVID-19 y la situación política que hay ahora allí, una de mis prioridades es volver a Cuba y empezar un nuevo proyecto de documentación, cualquier parte del mundo ahora es diferente a como era hace dos años. Por otra parte estoy realizando un proyecto en Sevilla relacionado con el mundo del flamenco, que me llevará varios años terminarlo.
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