Artículo de opinión del actual alcalde en funciones de Alcobendas, Rafael Sánchez Acera
Hace unos días tuve la ocasión de visitar el Laboratorio Municipal “Farmacéutica Mª Paz Caballero”, un equipamiento público que celebra este año su 40 aniversario y que cumple un papel esencial: el de ser garante de la salubridad de nuestra ciudad. Hablando con los técnicos que desarrollan su trabajo en nuestro laboratorio me di cuenta de hasta qué punto su labor es importante.
Disponemos de unas instalaciones de primera línea, con un equipo altamente cualificado, que son un referente en la Comunidad de Madrid. En la época más dura de la pandemia, desde nuestras instalaciones se realizaron tomas de muestras y analíticas de COVID-19. Fue uno de los muchos servicios esenciales que se mantuvieron alerta en aquellos duros momentos.
Esta crisis sanitaria nos ha hecho reflexionar sobre el valor de la salud. No sólo lo importante que es que nuestro cuerpo esté preparado para afrontar las enfermedades, sino también qué significa la salud pública. Hemos estado más de dos años enfrentándonos a un virus que nos ha hecho comprender la relevancia de la investigación científica, de la prevención sanitaria y de cuáles deben ser nuestros hábitos saludables.
La seguridad de los alimentos y del agua que consumimos pasa por los matraces, cristalizadores, pipetas, probetas, centrifugadoras…material especializado con el que cuenta el laboratorio municipal para asegurarnos de que nuestra salud no está en riesgo.
Ahora que Alcobendas ha suscrito su primer Pacto por la Ciencia es momento de reivindicar el conocimiento científico como un bien común y, sin duda, la salud pública es una parte fundamental de ese conocimiento.
Desde el gobierno municipal vamos a defender siempre que la salud esté en lo más alto de nuestra escala de prioridades. Por ese motivo, seguiremos invirtiendo en medios públicos para protegerla y, también por ello, nos preocupa que no esté ocurriendo lo mismo en el gobierno de la Comunidad de Madrid.
Estos días hemos asistido con tristeza al despido de más de 6.000 sanitarios en la región, en un momento en el que la Atención Primaria en nuestro municipio, como en el resto de los municipios madrileños, está saturada, con los centros de urgencias de primaria cerrados, con las urgencias del Hospital Infanta Sofía colapsadas y con la Torre Cuatro del mismo hospital aún cerrada.
Necesitamos una sanidad pública fuerte, no solo porque estamos aún en pandemia, sino porque es un pilar esencial del estado de bienestar, como muy bien han demostrado nuestros sanitarios, que tantísimo han hecho los dos últimos años para salvar vidas. El gobierno regional debe rectificar de inmediato.
Por Rafael Sánchez Acera
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