Con la llegada del otoño, son frecuentes las salidas al campo a recoger setas. En la Comunidad de Madrid y alrededores hay especies muy apreciadas en la gastronomía, pero hay que recordar que, por cada especie comestible, hay una o varias muy parecidas tóxicas o incluso mortales.
El Servicio de Salud Municipal recomienda a los aficionados a la recogida de setas silvestres que extremen las medidas de precaución para evitar riesgos asociados al consumo de setas toxicas.
Consejos para recolectar
• En el campo, cortar por la base con un cuchillo o navaja las especies de setas comestibles.
• No recolectar ni aceptar setas sin seguridad de que sean comestibles. En caso de duda, consultar a un experto.
• No recolectar setas después de abundantes lluvias o heladas; habrán perdido parte de su sabor y aroma, tendrán un exceso de agua y su aspecto podrá dificultar su identificación.
• Para el transporte, utilicemos recipientes con poros, preferiblemente cestas de mimbre; nunca en bolsas de plástico (se golpean y rompen, se calientan, se acelera su descomposición y se esparce más la suciedad). Previamente, hay que limpiar bien con un cepillo, un paño húmedo o el borde de la navaja los restos adheridos.
• Es conveniente informarse de si en la zona a la que vamos existe alguna legislación o si hay que pagar un permiso.
• No dejar huella de nuestro paso por el monte: no usar rastrillos u otros objetos para remover el suelo y no destruir las setas venenosas o desconocidas: todas tienen su misión en el mantenimiento del ecosistema.
• Antes de consumirlas, revisarlas nuevamente en casa y volverlas a limpiar.
• Guardar las setas limpias en la nevera hasta el momento del consumo.
• Guardar algún ejemplar de cada especie sin cocinar para que pueda ser identificado por un experto en caso de intoxicación.
Ante cualquier síntoma o sospecha de intoxicación por setas, acuda a Urgencias inmediatamente o llame al 112.
