El equipo docente del CEIP Federico García Lorca ha emitido un comunicado para denunciar la situación que llevan viviendo durante todo el curso debido a las obras
Más problemas en el Colegio Federico García Lorca de Alcobendas. Hace unas semanas los padres de los alumnos alzaron la voz para quejarse de todo lo que estaban viviendo sus hijos durante el curso: ruidos extremos, exámenes interrumpidos debido al ruido, problemas de salud por inhalación de polvo... El último problema ha llegado con la amenaza que han recibido los profesores del centro: "Si continuáis con las quejas, paralizmaos las obras y lo dejamos todo tal y como está".
El equipo docente y los trabajadores del centro han decidido enviar una carta a la Dirección de Área Territorial Madrid Norte de la Consejería de Educación para exponer estas difíciles condiciones que enfrentan debido a las obras de rehabilitación integral del edificio. Diario de Alcobendas ya destacó los problemas diarios que viven los alumnos y las denuncias presentadas por sus padres.
En la carta, los docentes indican que se les ha informado que esta última semana de mayo comenzarán los trabajos en las cubiertas de los edificios, lo que aumentará el nivel de ruido, sumándose a otras molestias ya denunciadas por las familias en los últimos meses. La directora del centro ha expresado su disconformidad con la organización de las obras al arquitecto y otros responsables, recibiendo como respuesta una amenaza: "Si continúan las quejas, paralizaremos las obras y dejaremos todo tal y como está".
Los docentes y trabajadores también exigen el cumplimiento de los plazos y condiciones establecidos para garantizar una jornada laboral segura y digna, y señalan que actualmente carecen de condiciones sanitarias adecuadas, sufriendo contaminación acústica y ambiental. Solicitan que las horas de trabajo de los obreros coincidan lo menos posible con la jornada escolar hasta el final del curso.
Desde el inicio de las obras a finales de septiembre, el centro ha enfrentado numerosos inconvenientes, como la disponibilidad de solo uno de los tres baños en cada edificio, lo que significa un baño para cada 400-500 alumnos. Además, denuncian situaciones peligrosas, como obreros transportando materiales por las escaleras durante las horas de entrada y salida de los alumnos, y el uso de herramientas pesadas cerca de las personas, generando polvo y gases de pintura.
El ruido de las obras ha interrumpido las clases, obligando a posponer exámenes o cancelar sesiones. Además, desde enero hasta después de Semana Santa, el edificio B estuvo sin salidas de emergencia, lo que llevó a reubicar a casi todos los alumnos en el pabellón A, saturando las instalaciones y generando más problemas de seguridad.
Ante las quejas de la comunidad educativa, el gobierno municipal de Alcobendas ha pedido paciencia y asegura estar en constante contacto con la Dirección Facultativa de las Obras para minimizar el impacto en las clases.
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